Los problemas económicos derivados de la pandemia se están reflejando también en un alza de las controversias que llegan al Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago, CAM Santiago.

En el período mayo-agosto se registró un incremento de 34% anual en los casos que ingresaron a esta instancia, totalizando 172 arbitrajes.

En los primeros cuatro meses de este año, el número de disputas era menor que el de las de idénticos meses de 2019, pero desde el quinto mes los arbitrajes se dispararon. El mayor incremento se observó en julio, cuando los casos saltaron 75% anual.

Más de la mitad de las controversias -exactamente el 56,42%- corresponde a materias vinculadas a los sectores de la construcción (18,69%) e inmobiliario. En este último ámbito, destacan discrepancias relacionadas con promesas de compra y venta de inmuebles (25,26%) y también con arrendamientos de muebles o inmuebles (12,46%).

Respecto del aumento en los últimos meses, Manuel José Vial, abogado y vicepresidente del CAM Santiago, señala que es “un alza considerable que está relacionada directamente con la crisis económica producto de la pandemia, aunque también se suma a ello el estallido social que, desde octubre del año pasado, afectó a muchos empresarios, pymes y locatarios, entre otros”.

Sobre el sector de la construcción, Vial indica que es un rubro que siempre registra una alta participación en los arbitrajes y con montos relevantes. Explica que este año “las obras se han visto afectadas por las cuarentenas, por la crisis económica y por muchos factores que están asociados a la situación del país. Se trata de contratos complejos, de larga duración, donde en muchas ocasiones las soluciones a las desavenencias se postergan y, finalmente, terminan siendo presentadas o alegadas en un juicio”.

El abogado señala que las solicitudes de arbitrajes en materia de arrendamiento “se han duplicado producto de la crisis sanitaria, desde marzo, y de la actual crisis económica, especialmente por incumplimientos de contratos”. En este ámbito se han observado disputas en arriendos de oficinas y en placas comerciales, agrega.

Una fuerte expansión también han registrado los ingresos de “mediaciones civiles y comerciales, donde la mayoría dice relación con incumplimientos en contratos de arrendamiento”, indica. Añade que, de los casos finalizados, más del 50% de estas mediaciones han alcanzado un acuerdo y se efectuaron a través de mecanismos tecnológicos, desde llamadas por celular hasta videoconferencias. Ello, debido a las medidas sanitarias por la pandemia.

Respecto del perfil de las sociedades que llegan al CAM Santiago, Vial indica que se trata de firmas privadas. “En la actualidad, el arbitraje y la mediación civil y comercial cuentan con una gran difusión y uso, no solo en conflictos de grandes compañías, muchas de ellas transnacionales, sino también en pequeñas y medianas empresas. La lógica de resolver los conflictos mediante tribunales arbitrales se ha instalado transversalmente en diferentes sectores económicos y en distintos tipos de organizaciones”, comenta.

Respecto de los montos en disputa, el abogado explica que son variados, pero que hay árbitros para sumas de hasta 2 mil UF y otros profesionales más avezados que ven disputas superiores a dicha cifra.

El aumento de los casos también ha recargado el trabajo de los árbitros. Actualmente son cerca de 200 los profesionales que trabajan en estas instancias.

Manuel José Vial señala que el Consejo del CAM ha sesionado semanalmente por videoconferencia, designando árbitros y mediadores. “Desde el comienzo de esta pandemia, se tomó la decisión, junto con la Cámara de Comercio de Santiago, de apoyar lo que se materializó en el Programa 1.000 Mediaciones Gratuitas, en beneficio de distintas organizaciones y personas que enfrenten causas de cuantía inferior a 3 mil UF, derivadas de incumplimientos contractuales”, afirma.

Para la difusión e implementación de este programa, dice que han firmado convenios con gremios, instituciones públicas y privadas, “que nos han permitido llegar a más personas que hoy enfrentan un conflicto civil o comercial, y que muchas veces ni siquiera ingresan al sistema para resolver sus casos”.

Fuente: El Mercurio