Si bien la reforma tributaria del Gobierno está detenida en su tramitación, es importante avanzar en otras aristas tributarias pendientes, como es del caso del proyecto sobre impuestos correctivos que se ha anunciado para el segundo semestre, que abordaría el impuesto a la emisión de CO2, impuesto a vehículos motorizados nuevos, consumo de bebidas alcohólicas, azúcar y cigarro, entre otros.

Según ha trascendido, el proyecto se ha elaborado en un proceso de consulta pública con gremios productivos, organizaciones ambientalistas, universidades y especialistas tributarios, teniéndose altas expectativas se erija como un nuevo paradigma. Esto, teniendo como norte la meta país de llegar al año 2050 a la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero, consagrada en la Ley de Cambio Climático.

¿Por qué un cambio de paradigma? Porque hasta ahora el énfasis ha sido el recaudatorio. Lo interesante de este proyecto, según ha enfatizado el propio Ministro de Hacienda, el objetivo de los impuestos correctivos no es una mayor recaudación asociada a la conducta que se quiere desincentivar. Su finalidad es incidir sobre el comportamiento de las personas y las empresas por la vía de modificar determinados precios, incentivándose la conducta que se quiere promover.

De esta forma, el proyecto no solo contemplaría impuestos -impuestos verdes o impuestos saludables– para desincentivar las conductas dañinas, sino también otras medidas como subsidios y beneficios tributarios para incentivar las conductas deseadas.

Algunos beneficios que podría contemplar son rebajas impositivas o créditos a las Pymes que inviertan en la adecuación de tecnologías limpias en sus procesos productivos, en la electro movilidad mediante la renovación de vehículos livianos de transporte de carga y pasajeros. Respecto de las personas, podrían contemplarse subsidios o rebajas a sus impuestos personales, en tanto inviertan en acondicionamiento térmico, energía solar, o adquisición de vehículos eléctricos.

Esperemos que el proyecto que se difunda prontamente tenga medidas que efectivamente fomenten conductas, tanto en las empresas como personas, a fin de que todos tengamos la oportunidad y el apoyo del Estado para realizar los cambios que permitan reducir las emisiones y, ojalá, evitar parte o la totalidad de estos impuestos.

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Fuente: Diario Financiero.